Nuestro Indiana Jones Carl Caruso volvió ayer de su expedición por el Ártico. Debía de hacer bastante frío, pues cuando quedamos con él, se presentó cubierto de hielo. Hasta la barba se le había convertido en hielo. Fue muy gracioso, la verdad jajaja
Estábamos cenando Max y yo, cuando escuchamos una voz que venía de la puerta de la casa del árbol. No sabíamos que era Carl. No podía picar a la puerta porque se le había congelado la manga de su chaqueta de esquimal del frío que hacía. Pero es que además le castañeaban tanto los dientes del frío, que le escuchamos murmurar “¿Mmmmammmmmmaammmax?” y “¿Elllellllellla?”
Ella tenía un poco de miedo de esa vocecilla y no quería abrir la puerta. Pero yo sí fui lo suficiente valiente .
Y ahí se plantó Carl, casi congelado. Encendimos el fuego de la casa del árbol y Carl se puso justo enfrente para que las “estalactitas” se derritieran:

Una vez descongelado, Carl nos contó lo que se traía entre manos: construir un iglú en Panfu. Para eso, claro, necesitará vuestra ayuda…
¡Me han dicho que a partir de mañana hay quedada en la nieve! ¡Ponte tus guantes más calentitos y queda con Carl después de comer en la jungla!
¡Ojito al parche!
Ella y Max
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